jueves, 23 de octubre de 2014

La culpa es de la…


Por: Yesika Castellanos


Ciertamente un problema para el país es la cultura, al aparecer existe la tendencia de culpar a los demás por decisiones propias.  Nuestro pensamiento subjetivo con respecto a un tema en específico es el resultado de lo que en definitiva somos.


Realmente para Colombia es obsceno, inmoral e irrespectuoso o vacío el contenido que nos presenta la televisión o la cultura, porque al parecer los únicos canales que existen colocan temas y contenidos, que además de generar ganancias, son establecidos por los gustos del ´´pueblo´´, por lo que me pregunto ¿qué tipo de televisión estamos pidiendo?


A pesar de que puede que vea cierta programación colombiana, confieso que no es de mi preferencia, es más en cierta medida estoy segura que no soy un porcentaje más del rating del país.


Pero un programa de fin de semana que inicio no hace mucho en RCN televisión, me dejo sorprendida, la causa de mi asombro es que se educó sobre el tema de la pobreza en los sectores marginados de Cartagena, una ciudad turística por excelencia, la denuncia específica, el abuso que presentan las menores de edad de barrios marginados en esta ciudad.


Además de la poca diligencia por parte de los gobernantes para buscar soluciones inmediatas a esta problemática que marca un tema de pobreza económica e incluso ausencia de conocimiento sobre los tipos de violación a los derechos humanos que tienen solo por el hecho de ser eso, personas.


Toda esta información para decir algo, tal vez  lo que más me llamó la atención, una de las niñas, que hoy en día, ya es madre, fue abusada sexualmente a los 8 años, y con una corta edad denuncio a su padrastro por esta situación que vivía desde que era literalmente una bebé. Ese bebé, al ver que su mamá no le prestaba la atención suficiente, decide poner una denuncia.


Cuando le preguntan, ¿cómo es que una menor de edad es capaz de acusar a su agresor, además tener conciencia de que estaba en lo correcto al poner una denuncia y entender que estaba siendo víctima, y que su respuesta fuera que lo sabía por la televisión que veía, realmente me dejo sorprendida.


Pero quien no, ¿qué tipo de televisión es la que vio esta niña?, creo que la misma que una gran población pobre, televisión nacional.


Realmente después de esto no creo que las mal llamadas narco novelas sean un problema mientras se vean desde un punto de vista crítico, porque entonces qué tipo de televisión veía Pablo Escobar, para convertir en uno de los narcos más conocidos en el mundo y no solo eso, nos llevo a ganar un reconocimiento como uno de los mejores productores de droga en el mundo.



Tal vez no sea el contenido, ya que estas son un espejo de lo que ha sido y es el país. ¿Quieren televisión diferente?, piensen así, sencillamente cambie de canal, y si solo tiene ese tipo de programación, tal vez la invitación es a que apague el televisor y lea un libro, ¿los beneficios?, más cultura, mejor ortografía, disminución de analfabetismo, y recibos baratos por ahorro de energía. 

¿El proceso se hace o lo disfrazan?


Por: Yesika Castellanos  

Colombia es un país considerado subdesarrollado, ha tenido una guerra interna que ha tomado más de 50 años, cosa que se ha convertido en un grave problema interno y externo, ya que esto define como es vista la nación ante los ojos del mundo. En muchas ocasiones ha sido esta misma guerra interna la causante de pérdidas económicas, por la falta de turismo o de inversión, situación que para los diferentes presidentes se convierte en la constante búsqueda de posibilidades para resolver este conflicto.


Las alternativas o posibles soluciones en últimas, han terminado siendo focos de críticas de cualquier tipo, y la noticia actual, el gobierno dio a conocer las visitas de ´Timochenko´ en la Habana, con autorización del presidente y sin levantar ordenes de captura por parte de la Fiscalía, ¿a que estarán jugando?, al parecer la polémica quiere ser mucho más importante que el dialogo.


Este proceso de paz, me tiene aburrida, se convirtió en todo una guerra, y es posible que en un negocio, el gobierno afirma una cosa, la oposición la refuta y plantea otra. Pero a ¿quién creerle?   Tal vez hoy como siempre no deberíamos hablar de lo que nos plantea la agenda de medios, ni lo que nos toca, sino lo que queremos.


Yo quiero hablar de tipos de disfraces para esta época. Los brujos, magos y hechiceros salen en este mes, bueno si es que existen, yo creo que sí, lo digo por mi vecino.


En definitiva los disfraces forman parte importante de la dinámica de este día, y los que quiero resaltar son: La bruja resentidas que no quieren soltar el mando, el espía que sabe los más íntimos secretos, el hombre invisible que se esconden en Venezuela, el duende que busca un beneficio económico, los diablos que montan oposición o ángeles que apoyan el proceso.


Para el 31 de octubre existen mil opciones, pero tenga en cuenta que no siempre somos lo que las máscaras dicen, a menos que se termine creyendo el capitán América para ´´salvar la paz´´ sin importar nada, o el hombre araña que busca dejar en el olvido continuo de los colombianos, los errores del pasado.



Tal vez un disfraz no cambie el resultado, pero si define que tanto creemos en algo que intentan vendernos, cada quien resuelve en que creer, en definitiva en Colombia, este proceso tal vez no solo involucra la política, lo absorbe a usted como persona, vecino, familiar e incluso como ciudadano de una nación considerada las más feliz, pero irónicamente la más violenta.  

jueves, 16 de octubre de 2014

¿Quién o qué #@*%#* te mide la inteligencia?


Por: Yesika Castellanos

¿Que podría definir una buena educación en Colombia? La educación es un tema tan amplio, complejo y a la vez tan oscuro en este país, pero ¿cuáles serían las pruebas que nos indican que somos excelentes estudiantes?


Mientras estaba en colegio además de sufrir bullying, un tipo de abuso psicológico, profesores me hicieron sentir que era buena para nada. Sus exámenes no resultaron en nada más que terror, puro y físico terror.


 Es posible que tenga grandes recuerdos del colegio, pero créanlo, no son esos grandiosos exámenes en lo que pienso - ya que obligaban a mi madre a estudiar conmigo- y así le imprimían más presión, era muy probable que una evaluación  se convirtieran en largas noches de estudios donde debía aprenderme cosas de memoria, cosas de las que en su mayoría ya no me acuerdo.


En definitiva no estoy muy segura de que en Colombia el modo de evaluación específicamente la primaría, por no alargar mucho el asunto, sea tan eficiente, ya que son esos primeros años los que definen mil cosas según estudios e investigaciones.


Y no hablo solo por mí, bueno tal vez sí. Pero que me dicen de uno de mis tantos tíos, que con una sola explicación la matemática la convertía en algo sencillo, y el arte su pasión, pero no pudo hacer nada de eso, terminó validando, como muchos tal vez.


A él su cerebro no lo engañaba, pero tuvo un problema más grande que le ganó la batalla y lo llevo a conocer más de 5 colegios en su ciudad, la indisciplina.


Una de las tantas anécdotas que más recuerdo y de las que aún me sonrió porque sigo sin creerlo, es que haya agarrado del pelo a una de sus compañeras por no entender un ejercicio ´´sencillo´´; como no botarlo del colegio si aunque se ganaba el corazón de sus profesores por su inteligencia, actos de indisciplina se repetían con frecuencia. ¿Eso lo hace menos inteligente?, yo sigo afirmando que no, claro que no.


Por el contrario actos como estos me hacen llegar a la conclusión que exámenes como el ICFES, no son más que un reto de memoria y atención. Quieren que seamos grandes en las cosas que hacemos, pero ¿Cómo?, si siempre nos han obligado hacer las cosas que la sociedad demanda. Si queremos ser comunicadores, no porque es una carrera fácil, actores menos porque es para vagos, los músicos y profesores es una pérdida de tiempo, además se gana poco.


Pero que se le puede pedir a un país donde sus médicos son taxistas, los políticos sino están ´´robando´´, perdón en paro, y así infinidad de profesionales haciendo las cosas que le tocan y no las que le gustan, bueno con excepciones, lo digo por los políticos.


Pero dejemos de vainas, cuando tomemos la determinación de dejar de preocuparnos por los demás, que eso involucra a todos, incluso a los papás. Tal vez en ese momento, podamos vivir en un país creador de buenas ideas, donde no va importar la competencia, porque se va a trabajar en lo que se ama, sueña, práctica, vive, y se respira, teniendo como resultado personas más productivas.



Y entonces volvemos al tema, ¿Qué examen mide nuestra inteligencia o habilidades? Por situaciones como estas yo decidí ser yo, estudiar lo que me apasiona, casarme joven, tener un canal en Youtube, dejar el deporte de manera profesional y soñar todos los días con las cosas que quiero conseguir y quiero llegar hacer, ha demás de ser, ser una ciudadana feliz que no necesita pasar por encima de nadie para conseguir lo que quiere, y trabajar duro para lograrlo. Y a usted ¿quién o qué le mide la inteligencia?