Por:
Yesika Castellanos
Colombia
es un país considerado subdesarrollado, ha tenido una guerra interna que ha
tomado más de 50 años, cosa que se ha convertido en un grave problema interno y
externo, ya que esto define como es vista la nación ante los ojos del mundo. En
muchas ocasiones ha sido esta misma guerra interna la causante de pérdidas
económicas, por la falta de turismo o de inversión, situación que para los
diferentes presidentes se convierte en la constante búsqueda de posibilidades para
resolver este conflicto.
Las
alternativas o posibles soluciones en últimas, han terminado siendo focos de
críticas de cualquier tipo, y la noticia actual, el gobierno dio a conocer las
visitas de ´Timochenko´ en la Habana, con autorización del presidente y sin
levantar ordenes de captura por parte de la Fiscalía, ¿a que estarán jugando?, al
parecer la polémica quiere ser mucho más importante que el dialogo.
Este
proceso de paz, me tiene aburrida, se convirtió en todo una guerra, y es
posible que en un negocio, el gobierno afirma una cosa, la oposición la refuta
y plantea otra. Pero a ¿quién creerle? Tal vez hoy como siempre no deberíamos hablar
de lo que nos plantea la agenda de medios, ni lo que nos toca, sino lo que
queremos.
Yo
quiero hablar de tipos de disfraces para esta época. Los brujos, magos y
hechiceros salen en este mes, bueno si es que existen, yo creo que sí, lo digo
por mi vecino.
En
definitiva los disfraces forman parte importante de la dinámica de este día, y
los que quiero resaltar son: La bruja resentidas que no quieren soltar el
mando, el espía que sabe los más íntimos secretos, el hombre invisible que se
esconden en Venezuela, el duende que busca un beneficio económico, los diablos que
montan oposición o ángeles que apoyan el proceso.
Para
el 31 de octubre existen mil opciones, pero tenga en cuenta que no siempre
somos lo que las máscaras dicen, a menos que se termine creyendo el capitán
América para ´´salvar la paz´´ sin importar nada, o el hombre araña que busca
dejar en el olvido continuo de los colombianos, los errores del pasado.
Tal
vez un disfraz no cambie el resultado, pero si define que tanto creemos en algo
que intentan vendernos, cada quien resuelve en que creer, en definitiva en
Colombia, este proceso tal vez no solo involucra la política, lo absorbe a
usted como persona, vecino, familiar e incluso como ciudadano de una nación
considerada las más feliz, pero irónicamente la más violenta.
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